Entorno al día de la mujer, 8 de marzo, la asociación leonesa ADAVAS visitó nuestro centro para realizar unos interesantes talleres con nuestr@s alumn@s sobre la igualdad.
También se llevó a cabo otra charla-taller con las madres y padres sobre "Cómo educar a nuestr@s hij@s con Educación Emocional"
En éste enlace os dejamos las fotos.
En nuestra tienda de vestidos de novia Barcelona, encontrarás una amplia selección de vestidos de novias que se adaptan a todos los estilos. Desde vestidos de novia sencillos hasta los vestidos de novia elegantes, tenemos algo para cada gusto. Si buscas algo que combine lo mejor de ambos mundos, ofrecemos vestidos de novia sencillos y elegantes que te harán sentir especial en tu gran día. Visita nuestra tienda de vestidos de novia y descubre la magia de nuestros vestidos de novia barcelona. ¡Elige tu vestido de novia perfecto con nosotros!
Las Bocas de Incendio Equipadas (BIE) son dispositivos esenciales para garantizar la seguridad de las personas y proteger las instalaciones frente a un incendio. Están conectadas a la red de abastecimiento de agua y diseñadas para suministrar un caudal constante y a presión que permita sofocar un fuego en sus primeras etapas.
Su uso es habitual en edificios residenciales, fábricas, centros comerciales, almacenes y espacios públicos, donde una rápida intervención puede marcar la diferencia entre un incidente controlado y una catástrofe. Cada BIE incluye manguera semirrígida o flexible, válvulas, boquilla y armario protector, y debe estar claramente señalizada para su rápida localización.
La instalación y el mantenimiento de las BIE están regulados por normativas específicas que determinan su ubicación, distancia entre bies, presión de trabajo y revisiones periódicas, de forma que se garantice su operatividad en cualquier momento.
Las BIE pueden clasificarse principalmente en dos formatos:
BIE de manguera semirrígida: suelen tener diámetros de 25 mm, lo que facilita su manejo y permite que el agua fluya de manera constante incluso con la manguera parcialmente enrollada.
BIE de manguera plana: con diámetros mayores, como 45 mm, requieren ser desenrolladas por completo antes de su uso y están destinadas a personal entrenado.
El bie 25 mm es el más común en entornos donde se busca una respuesta rápida y segura por parte de ocupantes capacitados o brigadas de emergencia internas, mientras que el de 45 mm se emplea sobre todo para bomberos profesionales, dado su mayor caudal y presión.
Ambos modelos están fabricados con materiales resistentes a la corrosión y a la presión, asegurando una larga vida útil incluso en condiciones exigentes.
La ubicación de cada boca de incendios responde a criterios de accesibilidad, visibilidad y eficacia operativa. Las normativas indican que deben situarse en zonas comunes, cercanas a salidas de emergencia y en lugares libres de obstáculos. Además, su señalización debe cumplir con la normativa UNE 23033-1 o equivalente, asegurando que cualquier persona pueda identificarlas incluso en condiciones de baja visibilidad.
La distancia máxima entre BIE está definida por la legislación de cada país, pero generalmente no debe superar los 25 metros desde cualquier punto del área protegida. Esto garantiza que el chorro de agua pueda alcanzar cualquier sector del edificio sin dificultad.
En instalaciones de grandes dimensiones, la planificación de la ubicación se realiza con un plano de cobertura, considerando tanto la longitud de la manguera como la presión de agua disponible.
Para un funcionamiento óptimo, la presión en una BIE debe mantenerse entre 4 y 8 bares, con un caudal mínimo de 100 litros por minuto para los modelos de 25 mm y de 200 litros por minuto para los de 45 mm.
Si la presión es inferior, el agua no tendrá fuerza suficiente para combatir el fuego de manera efectiva; si es excesiva, puede provocar daños en la manguera o en la boquilla. Por ello, es fundamental realizar pruebas hidráulicas periódicas para verificar que los valores están dentro de los límites establecidos por la normativa local y por el fabricante.
El correcto funcionamiento de una BIE depende de un mantenimiento regular y profesional. Según las normativas más comunes, se deben realizar:
Inspecciones visuales mensuales: comprobación de la integridad del armario, manguera, válvula y señalización.
Revisiones semestrales: apertura de la válvula para verificar el flujo de agua y estado de los componentes.
Pruebas anuales de presión y caudal: medición técnica para asegurar el cumplimiento de los parámetros exigidos.
Todas las intervenciones deben quedar registradas en un libro de mantenimiento, que podrá ser solicitado por las autoridades de inspección.
Además de ser un requisito legal en muchos países, instalar BIE aporta beneficios significativos:
Respuesta inmediata ante incendios, incluso antes de la llegada de los bomberos.
Suministro continuo de agua, lo que permite controlar o extinguir fuegos de pequeña y mediana magnitud.
Facilidad de uso en modelos de 25 mm, que pueden ser operados por personal entrenado sin necesidad de ser bombero profesional.
Durabilidad y resistencia frente a condiciones ambientales adversas.
Estas características convierten a las BIE en un pilar esencial de cualquier plan integral de protección contra incendios.
Aunque el funcionamiento básico de una BIE pueda parecer sencillo, su uso debe estar limitado a personal que haya recibido formación específica. Esto incluye aprender a:
Activar la válvula correctamente.
Desenrollar la manguera sin provocar nudos.
Regular el chorro de agua según el tipo de fuego.
Coordinar la intervención con otros sistemas de extinción, como rociadores automáticos o extintores portátiles.
Una manipulación inadecuada puede comprometer la eficacia del sistema e incluso poner en riesgo la seguridad del operador.
Su correcta instalación, mantenimiento periódico y uso responsable aseguran que, en caso de emergencia, estarán listas para actuar de forma efectiva y segura.
En nuestra experiencia, invertir en un sistema BIE bien planificado no solo cumple con la normativa, sino que también protege vidas, bienes y la continuidad de las operaciones. Por lo que, garantizar que cada dispositivo esté operativo en todo momento es una responsabilidad compartida entre propietarios, administradores y técnicos de mantenimiento.