En el ámbito de la hostelería y la restauración profesional, comprender qué establece el RITE sobre la ventilación en cocinas industriales es esencial para garantizar la seguridad, la eficiencia operativa y el confort del personal. La ventilación adecuada no solo protege la salud de los trabajadores, sino que evita riesgos asociados al calor, la humedad y la acumulación de humos y vapores de cocina. Hoy día, además, resulta fundamental entender cómo esta normativa se integra con la necesidad de contar con mobiliario de hostelería de acero inoxidable, especialmente en cocinas escolares, donde la higiene, durabilidad y resistencia son determinantes.
El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) regula los sistemas de climatización y la calidad del aire interior (CAI) en espacios de uso público y privado. Sin embargo, en cocinas industriales, su aplicación exige un análisis cuidadoso, ya que la normativa se centra en la aportación de aire y la climatización para el confort térmico, mientras que la extracción de humos, grasas y vapores se rige principalmente por el CTE y normas UNE específicas.
Antes de instalar cualquier sistema, es imprescindible disponer de licencias de actividad, declaraciones responsables, licencias de apertura y de obras. Estos permisos no solo certifican que la instalación cumple con la normativa, sino que protegen a los responsables frente a sanciones y riesgos legales. Además, facilitan la inspección de sistemas de climatización y extracción, asegurando un entorno seguro y saludable.
En este contexto, resulta crucial incorporar sistemas de extracción y filtrado que garanticen la evacuación correcta de humos y grasas. Una campana extractora industrial adecuada permite eliminar contaminantes, mantener la calidad del aire y reducir riesgos de incendio. La correcta elección de estos equipos asegura que la cocina cumpla con la normativa de seguridad y eficiencia energética.
Complementariamente, el motor de campana industrial juega un papel determinante. No solo impulsa el caudal de aire requerido, sino que garantiza la correcta extracción de humos y grasas, cumpliendo con las especificaciones técnicas de los sistemas de ventilación. En cocinas escolares, la elección de motores fiables y de bajo mantenimiento se vuelve aún más crítica, considerando la alta frecuencia de uso y la necesidad de mantener estándares de higiene y seguridad elevados.
Es importante diferenciar entre dos tipos de ventilación en cocinas industriales:
Comprender esta distinción evita sanciones, facilita la obtención de licencias y asegura la correcta elección de equipos. Además, permite optimizar la integración del mobiliario de hostelería de acero inoxidable con los sistemas de ventilación, mejorando la eficiencia y la higiene en cocinas escolares.
El RITE establece parámetros específicos para garantizar la calidad del aire interior y el confort térmico en cocinas industriales:
La instalación debe asegurar un caudal suficiente para renovar el aire y evitar saturación de vapores y calor excesivo. Se determina considerando:
El RITE establece límites para garantizar que el personal trabaje en condiciones óptimas, evitando sobrecalentamiento, humedad elevada y estrés térmico. En cocinas escolares, mantener estos parámetros es crucial para proteger a los trabajadores y garantizar un entorno seguro para el alumnado.
El aire introducido debe filtrarse según la calidad exterior, con prefiltros G4 y filtros F7 o equivalentes. La integración de filtros eficientes en campanas extractoras industriales complementa el sistema y protege tanto al personal como al mobiliario de acero inoxidable, manteniendo superficies limpias y seguras.
En instalaciones de gran caudal, el RITE recomienda sistemas de recuperación de energía, como recuperadores rotativos, de placas o intercambiadores estáticos, reduciendo el consumo energético y mejorando la eficiencia de la ventilación.
El RITE no cubre la extracción directa de humos, grasas y vapores generados por la cocción. Para estos aspectos, se aplican:
Esto incluye elementos como conductos, ventiladores F400/30 y torres de ventilación, todos críticos para el funcionamiento seguro y eficiente de la cocina.
La coordinación entre RITE y CTE es esencial para un diseño de ventilación equilibrado. La aportación de aire debe cubrir entre el 85% y 95% del aire extraído, evitando depresiones peligrosas y retorno de gases. Este aire puede ser natural o forzado y se distribuye mediante difusores en falso techo o en el frontal de la campana.
En este punto, el equipamiento de hostelería de calidad, especialmente el mobiliario de acero inoxidable, complementa los sistemas de ventilación. Su resistencia a la humedad y facilidad de limpieza garantizan que el aire filtrado no se contamine y que la cocina cumpla con estándares higiénicos en entornos escolares y profesionales.
Los caudales de extracción deben calcularse mediante la fórmula:
Q = v × A
Rangos recomendados:
Además, es obligatorio el uso de extractores F400/30, conductos metálicos estancos, registros de limpieza cada 3 metros y salida independiente a cubierta, garantizando la seguridad y eficiencia del sistema.
En cocinas escolares, la combinación de ventilación regulada por RITE, extracción conforme al CTE y mobiliario de acero inoxidable garantiza:
Así, la ventilación no solo cumple con la normativa, sino que protege el bienestar de niños y trabajadores, asegurando cocinas industriales funcionales, seguras y sostenibles.
Así que, el RITE regula la aportación de aire limpio, la climatización para confort del personal, el filtrado del aire exterior y la eficiencia energética mediante recuperación de calor. La extracción de humos, grasas y vapores depende del CTE, normas UNE y ordenanzas locales. La correcta integración de todas estas normativas, junto con el uso de mobiliario de hostelería de acero inoxidable y equipamiento industrial adecuado, asegura cocinas industriales y escolares seguras, eficientes y conformes a la ley, evitando sanciones y protegiendo tanto al personal como al negocio.